Se hizo el silencio

Cuando su único calor son las luces de la calle,
cuando Gran Canaria llora a sus montes negros,
cuando un nombre de mujer se une a una triste lista,
cuando el temporal devasta vidas enteras
y en el Mediterráneo hay más chalecos que peces…
nuestro corazón se encoje y se hace el silencio.

El pasado 28 de Noviembre la Facultad de Educación volvía a acoger la segunda edición de “MIMOLAND: Mimo el planeta”, una intervención artística que, una vez más, no dejó indiferente a nadie.

Los estudiantes de la asignatura de Imagen, Comunicación y Expresión Corporal – 4º del Grado de Magisterio de Educación Primaria (mención de Educación Física)-, brillantes una vez más, volvían a romper barreras al lanzarse al vacío ante este reto expresivo. Su actitud, predisposición y responsabilidad, ante experiencias desconocidas, ayudaban a cambiar su cara roja vergonzosa por una blanca que te impulsaba a la acción, tal y como compartía Saray al finalizar el evento. ¡Valientes!

Cartel MIMOLAND 2 | Artista: Carmen Navarro / Fotografía: Javier Boyano

Pero, aunque yo también tuve esos guantes blancos y disfruté como un niño siendo uno más, en esta ocasión comparto una crónica que nos regala Rubén, narrando lo vivido.

«(…) En la clase reinaba un ambiente de nerviosismo y ganas de pasar a la acción. Con cremas y pinturas en las manos caminábamos de un lado para otro, mirándonos en los espejos mientras nos maquillábamos las caras, dibujando sonrisas sin necesidad de pinturas. (…)

Salimos expectantes y con seguridad, sorprendiendo a nuestro paso a algunas personas que no daban crédito a lo que estaban contemplando: un grupo de mimos dispuestos a ocupar cada rincón de la facultad, con vestimentas de color negro y guantes blancos, camuflados tímidamente tras una mascarilla blanquecina que deja ver tras ella unas expresiones de lo más características, con objetos de lo más inusuales y variados. Sin duda todo un reto que estábamos dispuestos a superar. 

    Tras la foto grupal, se hizo el silencio, pasando a la acción y expresando a través de la acción nuestros Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Cada mimo en su puesto, empezaba el espectáculo. Los nervios del estreno pronto se disiparon cuando las personas iban acudiendo a cada uno de los puestos, mostrando al público nuestra función, la creación de algo que puede resultar gracioso, pero con un trasfondo crítico y realista. Las reacciones de las personas que nos veían eran de todo tipo: algunas nos imitaban realizando nuestras mismas acciones, otras se pensaban que tenían que adivinar la acción que estábamos desempeñando y otras dudaban del objetivo escenificado, suspirando aliviadas al ver el cartel.

Con todo esto, las personas que pasaron por todos los ODS pudieron hacerse una idea de cómo está el planeta, qué es lo que necesita y cuál es el modo de cuidarlo. Es por ello que, a través del mimo, se muestra lo que la sociedad debe hacer: dejar a un lado las palabras y pasar a la acción, moverse por el planeta y, en definitiva, mimarlo.

Tras noventa minutos frenéticos se ponía fin a una experiencia increíble, llenas de recuerdos que culminaban con la foto final del grupo junto a los ODS. Después, no cambiamos nuestra imagen al lavarnos la cara, sino también nuestra manera de pensar. Nos quitamos la careta para mirar el mundo desde otra perspectiva, explorando nuevos horizontes y concienciándonos de que aspectos como la pobreza, la hambruna, la desigualdad, el calentamiento global (y muchos más) son una realidad que desde la educación tenemos que dar a conocer para crear una sociedad que mime el planeta.» – Rubén Selfa (2019) – Foro de la asignatura

Este bonito testimonio, que repite frases compartidas por muchos de sus compañeros, me sirve para agradecer el gran trabajo de todos.
Mario, Óscar, Cristina, Eduardo, Saray, Alejandro…
«los Carlos, Rubenes, Albertos y Diegos»,
Shere, Quique, Celeste, Juanjo,
Luana, Andrea y Jorge.
Vosotros habéis sido los artífices de todo, únicamente había que encender la llama. ¡Gracias continuar el legado que hace un año empezaron unos locos!
¡Bendita locura!

Sumo a este agradecimiento a la Faculta de de Educación por las facilidades, a los voluntarios de la UAH por su compromiso ese día, a Roll’eat por su colaboración y a Marta por sumar (y multiplicar) siempre.
[Esta actividad formó parte de la agenda institucional de la UAH del mes de noviembre sobre los ODS.]

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