Despierten, recuerdos con nombres dedicados, el corazón sigue en hora ocho menos de lo marcado. Sonrían, niños vestidos de encanto, ojos que bailan radiantes, historias de alegría y llanto. Merienden, ese mango sacado del árbol, que pasa de mano en mano cambiando de verde a dorado. Jueguen, en sus bosques disfrazados, donde grandes y pequeños … Sigue leyendo Nadando en lo profundo